GEOGRAFÍA.

Bahía oriental de Belegaer, en las costas de Beleriand. Una de las más grandes que jamás hubo en la Tierra Media. La bahía limitaba al norte con las costas de Arvernien, en cuyo extremo sudoeste se situaba el cabo Balar, y con la desembocadura del Sirion; al este con las costas de Taur-Im-Duinath, abriéndose al Gran Océano por el sur y el oeste más allá de la isla de Balar. Tomando como referencia el extremo occidental de la isla, y trazando dos líneas imaginarias paralelas a ambas costas, la superficie de la bahía abarcaba un área aproximada de 31.500 kilómetros cuadrados incluyendo los 3500 de la gran isla. La bahía se formó durante los profundos cambios que acompañaron a la Guerra de los Poderes.

HISTORIA.

Una vez decididos los Valar a fundar un reino en la tierra de Aman, Ulmo transportó a los Elfos en una isla, pero una parte encalló en la bahía y se partió, siendo esta porción encallada la gran isla de Balar, mientras que la que llegó a Aman sería, después de un segundo viaje en el que Ulmo transportó a los Elfos Teleri, la futura isla de Eressëa. Durante los últimos años de la Primera Edad, la bahía conoció sus mejores tiempos. En las costas de Arvernien se instalaron los refugiados de Gondolin y Doriath, y en la isla lo hicieron los Falathrim de Círdan, el Constructor de Barcos. Las estrechas relaciones que surgieron entre ambas gentes propiciaron una intensa actividad en la bahía durante esa época, y algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de Arda ocurrieron en la zona, justo antes de que el cataclismo de la Guerra de la Cólera, hundiese las tierras de Beleriand y transformase la bahía en una simple porción más de Belegaer.

Su nombre hace referencia a los Valar (y a los Maiar), pues en telerin los los Valar se llamaban Balai, nombre que en sindarin tomó la forma de Bala.